El tiempo pasa aunque parezca imposible, incluso a pesar de que cada movimiento de la manecilla del reloj duela como el latido de la sangre detrás de un cardenal. El tiempo transcurre de forma desigual, con saltos extraños y treguas insoportables, pero pasar, pasa. Incluso para mi.
Desde pequeña me dijeron que merecía el sol, la luna y las estrellas, que esperara por aquel que pensara lo mismo, por aquel que quisiera regalármelos todos los días, sigo esperando por ese alguien...
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