El tiempo pasa aunque parezca imposible, incluso a pesar de que cada movimiento de la manecilla del reloj duela como el latido de la sangre detrás de un cardenal. El tiempo transcurre de forma desigual, con saltos extraños y treguas insoportables, pero pasar, pasa. Incluso para mi.

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23 ene 2011

Es de estar sin tí de lo que huyo.



Por muchas noches en blanco que una se dedique a pensar en su biografía sentimental, la verdad es que encontrará pocas soluciones. Podrá parchear tal o cual relación, pero al final volverá a pasar lo de siempre. Que en un momento dado saltará en pedazos. Así que lo mejor que nos podía pasar, es que las relaciones sentimentales vinieran con una fecha de caducidad, como los yogures así sabríamos de ante mano cual es la fecha final y no perderíamos el tiempo en inseguridades, sospechas, ni discusiones. Nos dedicaríamos a disfrutar cada momento hasta la última décima de segundo.
Aunque.. si lo piensas, lo bueno de no tener fecha de caducidad es que nos permite seguir soñando con que está vez, ese yogurt pueda conservarse para siempre.

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