El tiempo pasa aunque parezca imposible, incluso a pesar de que cada movimiento de la manecilla del reloj duela como el latido de la sangre detrás de un cardenal. El tiempo transcurre de forma desigual, con saltos extraños y treguas insoportables, pero pasar, pasa. Incluso para mi.

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26 ene 2011

I can't change the past.

Es difícil aceptar que alguien no volverá nunca más a tu vida. Aunque los nunca más, realmente no existan. Un día te levantas y recibes una señal de soledad y melancolía. Por un momento, alguien que ni siquieras recordabas, te echa de menos. Cuando nos venimos abajo, volvemos al pasado. A veces, nos encadenamos a él, sin querer ver el futuro y nos privamos a nosotros mismos de saborear el presente. Guardamos los momentos mágicos y la mayoría de veces acabamos cambiándolos, añadiéndoles más magia de la debida. Pensamos, imaginamos planes soñados, viajes perfectos, instantes dignos de las mejores películas de amor.. Pero sólo son eso, no van más allá, ni siquiera parecen reales, son sólo pensamientos que nos atan aún más a algo que ya no está.. Hay que aprender a sobrevivir con el corazón roto. Cerrar puertas, seguir adelante, sea como sea, pero seguir. Ir soltándote poco a poco. Aunque duela. En ciertas ocasiones pensamos que dejar atrás algo que nos llenó de euforia, duele más que tenerlo. Tocamos fondo y nos vemos incapaces de abandonarlo. Tenemos miedo, mucho miedo. Sin embargo por mucho que duela, la recompensa de sonreír por ti misma, de aprender a estar sola, de desprenderte de aquello que no mereces, es inexplicable. Un día te despiertas, sabiendo que ocurra lo que ocurra, recibas las señales o mensajes que recibas, ya no formas parte de ese pasado que, durante un largo tiempo, te mantuvo sonriendo. Y eso, merece la pena.

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